Kit kat

Tras un largo silencio, aquí os escribo de nuevo: han sido meses de proyectos, de ilusiones, de logros, de disgustos, de desilusiones, de encuentros, de separaciones... pero así es la vida, llena de momentos dulces y amargos.... y hoy antes de irnos a ensayar con el coro al garaje, se me ha ocurrido escribiros.
Direis, ¿qué es de tu vida? pues tirando, con momentos de bajón pero otros en los que se da gracias a Dios por lo que nos oferta: En el trabajo estoy con un grupo de 3 años: muy trabajoso pero con buenas perspectivas; en casa bien, con el trasiego normal: niño estudia, Maria toca el piano... Pablo espabila que tienes 20 años....! en fín, bregando, como siempre. En la vida personal bien: sigo cosiendo mis neuras de Anacrónicos, siempre con proyectos nuevos que se solapan unos a otros. Bailando tango y oriental, que son mis pasiones, y con una lista tremeeeeenda de tareas pendientes: desde restaurar mi máquina de coser a colocar las estanterías para los coches de scalextric... en fín, que no me aburro.
Sin embago tengo una sensación de desencanto que no termina de marcharse: quizás en poco tiempo he tenido desilusiones que aunque no quieres que te afecten, te afectan: desde el cura que te dice que ya no perteneces a la comunidad por dejar de pagar la cuota, hasta el club de baloncesto que amarga a un chaval hasta hacerle perded su autoestima; desde los amigos de siempre a los que descubres que ya no estás en su agenda, a los que ves cómo te han utilizado y ahora ni te llaman... pero eso es así, por muy buena voluntad que tenga uno, por mucho que se de, por muy transparente que se sea, el mal existe, y no está con cuernos y con tridente, sino con gente con malas intenciones, aprovechadas, que va con segundas o terceras intenciones. Sin embargo me niego a que esto me influya en ser como soy y creer en lo que creo: Siempre sale el sol después de la tormenta.