Hace una semana estábamos en Priego de Córdoba en el Campeonato de Andalucía de Baloncesto Infantil para ver a Jesús. Pasamos unos días estupendos, con mucha agua, pero disfrutando del paisaje con olivos, el pueblo, el aire de la sierra... y la emoción de ser un equipo, tanto en la cancha como en la grada. Todos con nuestras camisetas rojas del Cádiz y nuestra pancarta,animando sin cesar ante los todopoderosos Sevilla y Málaga, vibrando con nuestros niños, que supieron aguantar la presión y dar todo de sí. Realmente ha sido una experiencia única tanto para ellos como para nosotros, que hemos sentido la emoción de llegar a lo más alto. Como sabeis que a mí los nervios me dan por rezar, creo que a todos los santos les pedí una manita: desde a la Virgen del Rosario, a la que le debo una ofrenda, hasta San Judas tadeo, el patrón de los imposibles, al que su día le pedí un imposible... que por la gracia de Dios se ha cumplido. En este momento me acordé de esas frases del magníficat: ensalzó a los humildes... humilló a los poderosos... y creo que eso fue lo que realmente pasó, y es que, por un día la hermanita pobre fue la reina de la fiesta. Felicidades Cádiz.
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