Ya estamos acabando el año y como siempre la lista de nuevos propósitos: perder peso, seguir bailando, retomar la pintura y la costura, compartir con amigos, cuidarse por dentro y por fuera, leer más, ver pelis interesantes, retomar contactos pendientes... y hacer una limpieza interior, limpieza de cuentas pendientes, de malos momentos, de gente que te ha defraudado... como el que coge todos los tiques viejos del hiper, los papelitos amarillos del corte inglés y los tira tras hacer meses que te ocupaban sitio en la cartera. Hay que tirarlos y llenar nuestra cartera de billetes, entendiendo no sólo los de 20 euros, sino y sobre todo los que son un valor seguro, amigos de verdad, gente que es transparente y no busca una segúnda intención en tí, que no te utilice, que te haga crecer como persona.... y en mi cartera llevaré también a Jesús que me acompaña y me hace reconducir mi vida, aplaca mi genio y me ayuda en los malos momentos. Sí, en fin de año nos hacemos propósitos... pero los relativos a los amigos son los más importantes. A ver si logro cumplirlos.
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