Aquí estamos

Aquí estamos, a las una y media de la madrugada escribiendo tras estar tonteando en internet. Sí, tonteando, mirando sitios a los que no puedo ir, hoteles que no puedo costear y lugares para los que no tengo ni pasaporte. Esto me deja un sabor de boca chungo, porque veo que la realidad me atrapa y aunque no tengo motivos objetivos para estar descontenta con mi vida de forma objetiva, subjetivamente estoy desencantada. Nos hemos puesto tantas obligaciones, tantas cosas que hacer que lo que realmente te apetece queda en muchos momentos en segundo plano, o ni siquiera sale en él.
Esto no significa que me de mis homenajes: que vaya a bailar y disfrute, que mañana voy al spa con mi hijo, que voy de rebajas... pero hoy por ejemplo que he ido a reservar los libros de Pablo, ni siquiera he mirado nada para mi, y he salido del corte ingles sin comprar nada (eso si que es un milagro). No se si es la crisis o si es esa desgana de la que hable. Espero que este bajón se me quite con lo de mañana y con los ensayos del jueves, que eso si es una buena terapia contra la depre. Besos, que eso por lo menos, no cuesta dinero.