Limpieza

Como todos los meses de julio, antes de empezar por derecho el verano, nos dedicamos a hacer limpieza: Quitamos visillos, limpiamos cocina... ponemos silicona en los cuartos de baño... Hoy me ha tocado hacer limpieza en la sala de estudio. ¡Qué de papeles, libros, polvo, mijitas...! cambio, ordeno, pero tirar, lo que se dice tirar he tirado poco. Quizás porque tengo un poco el sindrome de diógenes. Creo que todo me va a servir. Y por otra parte, cada cosilla es un recuerdo, una anécdota en objetos de mi propia vida, y es como hacer limpieza de recuerdos, historias, cosas agradables y desagradables... pero que conforman mi forma de ser y cómo voy siendo día a día. De todas formas, es evidente que hay que tirar, lo que no sirve, lo que te ata y no te sirve para crecer, lo que es un lastre y un incordio... tanto a nivel material como espiritual. Por eso, aunque sea un rollo creo que mañana me sigue tocando hacer limpieza.