Esta noche celebraremos la Cena de Pascua: reviviremos el acto liberador de Dios con su pueblo, y de Jesús con cada uno de nosotros, como el mayor acto de amor que existe. Cuando encendamos la menorá e iniciemos cada uno de los ritos que supone la cena, nos iremos introduciendo en las vivencias que aquellos pueblerinos de Galilea sintieron esa noche de Jueves Santo: las incertidumbres, la falta de comprensión de lo que Jesús les aportaba, pero por otra parte el hechizo que suponía su persona, su mensaje y su transcendencia.
Dame Señor la capacidad de contemplar el misterio de tu amor inmenso y descubrirte día a día en mi vida cotidiana.